Fiestas y tradiciones
Fuente la Lancha, al tener una situación geográfica muy cercana a la provincia de Badajoz, ciertamente comulga con algunas tradiciones o costumbres autóctonas de la región extremeña, pero, a la vez, no deja de guardar sus motivaciones festivas eminentemente andaluzas (al fin y al cabo, está dentro de la provincia cordobesa), gozando por tanto de un folklore y unas tradiciones festivas muy peculiares y sugerentes, que hacen de este pueblo de los Pedroches un lugar eminentemente interesante en todo lo referido al tema de sus costumbres y celebraciones festivas.
Tristemente, en la actualidad, muchas de las tradiciones folklóricas de Fuente la Lancha, arraigadas en el pueblo a lo largo de siglos, van paulatinamente desgastándose, debido a los zarpazos de la corrupta modernidad que, día a día, va empobreciendo las raíces culturales de los pueblos poniéndoles como modelo el mimético y vacío modo de vida que tienen las grandes ciudades.
Hoy en día, la juventud tiene, ciertamente, muy escaso apego a la memoria colectiva del lugar donde vive, y así las bellas y hermosas tradiciones, sobre todo folklóricas, siguen guardando su lejano sabor gracias a las gentes de avanzada edad que, aún, luchan por que el carácter del pueblo siga incontaminado, apegado a unas raíces culturales y festivas que, volviendo a insistir en ello, van desgastándose a medida que va avanzando el tiempo.
Aún se conserva en Fuente la Lancha, dentro de sus raíces folklóricas, la denominada Jota de las aceitunas, aunque, por desgracia, debido al desinterés de la juventud por el pasado, sean tan sólo unas pocas señoras de edad quienes aún saben bailarla.
También a pesar de ser un pueblo próximo geográficamente a Extremadura, hay gran afición al flamenco, a las sevillanas, y, por supuesto, a las saetas cuando llega la Semana Santa.
Las fiestas más importantes de nuestro pueblo son:
Semana Santa
Cuatro sencillas procesiones aunque no por ello menos emotivas recorren las calles de la localidad durante estos días.
El Domingo de Ramos a mediodía sale la procesión de “la borriquita”, en la que los vecinos acompañan a la imagen con palmas y ramas de olivo, que, previamente han sido bendecidas por el párroco en la puerta de la Iglesia. Estas ramas proceden del olivo del Calvario.
El Jueves Santo por la noche salen Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores, vestida con manto verde, sobre andas tan sencillas que bastan cuatro portadores para llevarlas.
El Viernes Santo desfila de nuevo la Virgen de los Dolores, en esta ocasión con manto negro en señal de luto, acompañando al Crucificado. Momento pintoresco de ambas procesiones es su subida al Calvario, en las afueras de la villa, nombre que se da a un viejo olivo plantado sobre un cúbico pedestal blanqueado.
Por último, el Domingo de Resurrección, al amanecer, desfilan el Resucitado, portado y acompañado por hombres, y la Virgen de los Dolores, vestida de blanco en señal de júbilo, portada y acompañada por mujeres. Ambas imágenes salen de la parroquia en distintas direcciones hasta llegar a encontrarse en la misma plaza, momento en que la Virgen saluda a su Hijo con una reverencia y tres inclinaciones, a cargo de los integrantes de su Cofradía.
Romería Virgen de Guía
Tocando el tema religioso, Fuente la Lancha tiene una especial devoción a la Virgen de Guía (compartida con otros 4 pueblos de los alrededores, Villanueva del Duque, Dos Torres, Alcaracejos e Hinojosa del Duque).
En el año 1990, se ha construido una ermita sobre una suave colina, la Ermita de Santo Domingo, en la dehesa próxima al pueblo, donde es llevada la imagen de la Virgen de Guía para celebrar la Romería que lleva su nombre, que tiene lugar el primer fin de semana de mayo.
Ese día acuden sus devotos a la vecina localidad de Villanueva del Duque para recibir la imagen en la ermita que lleva su nombre y acercarla, en solemne procesión, hasta Fuente la Lancha. Con intenso fervor, con hondo respeto, en silencio, se va acercando la imagen de la Virgen de Guía, a través de un camino que separa ambos pueblos (Fuente la Lancha y Villanueva del Duque) en una distancia de, aproximadamente, 5 kilómetros. La Virgen es recibida en el Calvario por la Hermandad y Autoridades Locales para su posterior traslado a la Iglesia de Santa Catalina donde permanece hasta el anochecer, cuando es llevada en procesión hasta la mencionada Ermita de Santo Domingo.
Ese día acuden sus devotos a la vecina localidad de Villanueva del Duque para recibir la imagen en la ermita que lleva su nombre y acercarla, en solemne procesión, hasta Fuente la Lancha. Con intenso fervor, con hondo respeto, en silencio, se va acercando la imagen de la Virgen de Guía, a través de un camino que separa ambos pueblos (Fuente la Lancha y Villanueva del Duque) en una distancia de, aproximadamente, 5 kilómetros.
La Virgen es recibida en el Calvario por la Hermandad y Autoridades Locales para su posterior traslado a la Iglesia de Santa Catalina donde permanece hasta el anochecer, cuando es llevada en procesión hasta la mencionada Ermita de Santo Domingo.
A esta procesión se la llama “procesión de las antorchas”, pues durante su recorrido los asistentes portan antorchas encendidas que dan un ambiente muy sugerente y especial en la subida por el camino hasta la ermita, donde la Virgen es recibida con una espléndida tirada de fuegos artificiales.
A raíz de que se alzara la nueva ermita, la fiesta ha ganado mucho, tanto en asistencia de público como en devoción y solemnidad: la noche del sábado en la bella explanada de la ermita nueva, que se levanta como un barco silencioso de cal sobre la mágica dehesa, todo el pueblo de Fuente la Lancha, pequeños y mayores, acuden a visitar y rezar a su Virgen de Guía y a disfrutar, al mismo tiempo, con alegría y júbilo, de las atracciones infantiles y actuaciones musicales previstas con tal motivo.
Al lugar se desplazan asimismo gentes de todos los pueblos colindantes: Hinojosa del Duque, Villaralto, Alcaracejos, etc…, atraídos por la devoción religiosa, el encanto del paraje o el deseo de disfrutar de una fiesta diferente.
Hay que destacar también que los vecinos se reúnen en grupos, que pernoctan en los alrededores de la ermita, al calor de las distintas hogueras que se prenden en el lugar, degustando a lo largo de la velada los productos típicos de la localidad (chorizos, salchichones, jamón, etc.).
El domingo, a las 12 de la mañana, se celebra una misa rociera en su honor de la Virgen, con una pequeña procesión alrededor de la ermita. A las 4 de la tarde baja a la Parroquia de Santa Catalina, donde se le reza el Santo Rosario y se entrega la imagen a la Hermandad de Hinojosa del Duque, en el lugar conocido como la Cruz, desde donde parte para su estancia en la referida localidad.
La imagen regresa a su ermita, en Villanueva del Duque, el 14 de agosto. A su paso por Fuente la Lancha hace parada y entra en la Iglesia de Santa Catalina para cantarle una salve.
Posteriormente la Virgen es traída de nuevo a Fuente la Lancha el segundo domingo de Octubre, permaneciendo en la localidad durante quince días, en los que es venerada por los vecinos y se le presta el culto y custodia que corresponde.
Feria y Fiestas de Sto. Domingo de Guzmán
Entre las fiestas del pueblo son dignas de destacar las de la Feria de Agosto: donde tradicionalmente, como suele ocurrir en cualquier pueblo, se vienen celebrando todo tipo de concursos, bailes, pruebas deportivas, torneos de fútbol, y varias diversiones más que convierten a este pueblo, aun a pesar de su limitado número de habitantes, en uno de los lugares más festivos y concurridos durante el primer fin de semana de agosto, mientras se celebra su feria.
Contribuye al gran éxito de su feria el cálido tiempo durante el cual tiene lugar la celebración, la primera semana del mes de Agosto, tiempo de verano; asimismo, influye muy positivamente en el triunfo de sus fiestas el carácter tan entrañable y acogedor que corresponde a las gentes de este pueblo, lugar donde el visitante jamás llega a sentirse extranjero sino, muy al contrario, todo el que acude a este lugar queda embriagado, hipnotizado por completo, y ya comienza a sentirse como si hubiera nacido en este rincón tan cálido y familiar, tan distinto al de otros lugares que le rodean.
Pues, es digno reconocer -sobra decirlo- que las fiestas de un lugar las hacen , sin duda alguna, sus habitantes y no el número de atracciones que las visiten durante esos días.
Hay ferias donde no falta de nada, ni el más mínimo detalle: tómbolas y casetas, teatros y bailes, carrusel y circos, norias, pulpos eléctricos, etc… y sin embargo, cuando acude a ellas cualquier visitante, éste llega a sentirse enormemente aburrido, desanimado, sin saber qué hacer para divertirse.
Y también hay pueblos pequeñitos, como es el caso de Fuente la Lancha, donde, al poco de adentrarnos por esa atmósfera tan familiar y genuina, auténtica, que brota de la tibia algarabía festiva, de su salón de baile abierto al aire libre, en el Recinto Ferial.
Muchas gentes del Valle de los Pedroches han reconocido a la feria de Fuente la Lancha como una de las más sugestivas y cálidas, sabrosas, de cuantas se celebran por los alrededores. Y, ciertamente, es así: en pocos lugares podrá palpar el visitante un ambiente tan atractivo y acogedor, tan encantadoramente mágico y magnético, distinto.
Fiesta de Sta. Catalina
Fuente la Lancha celebra la festividad de su patrona, Santa Catalina, el día 25 de Noviembre, aunque actualmente se ha pasado al domingo inmediatamente posterior. Dicha fiesta tiene mucho arraigo dentro de la localidad.
La jornada trascurre de un modo fervoroso y alegre, con aromas de pólvora y de fiesta, en familia.
Existe una hermandad en el pueblo que lleva el nombre de la patrona, y ya el día anterior por la noche, vísperas de la fiesta, el hermano mayor de la Hermandad hace un candelorio a base de aulagas y troncos de encina.
Se toca el tambor durante la noche, y al día siguiente el hermano mayor da un convite en su casa. Hay misa y procesión, traca de cohetes, y al salir de la función religiosa, en la plaza se revolotea la bandera de la Hermandad.
La Candelaria
Existen otras fechas también muy festejadas en Fuente la Lancha, como es la que se celebra la noche anterior al día de la Candelaria, el 1 de Febrero. Es esta una fiesta mágica y ritual, autóctona de esta localidad que, a pesar de haberse ido desgastando con el paso de los años, últimamente está volviendo a recuperarse, pues la juventud se está identificando con esta celebración tan llena de autenticidad, tan original y genuina.
Dicha fiesta suele transcurrir en Fuente la Lancha del modo siguiente: Los jóvenes del pueblo salen al campo en busca de aulagas y van prendiéndolas en un largo alambre hasta formar ristras de varios metros de longitud. Posteriormente, conseguida la ristra, la esconden en algún rincón del campo para que ésta no sea robada por otras pandillas de jóvenes antes de que llegue la noche.
Cuando ya se oculta el sol y las sombras van cerniéndose sobre el pueblo, apenas se encienden las primeras luces en las calles, los jóvenes van reuniéndose para celebrar el festejo y, posteriormente, pintándose las caras con corcho quemado y colocándose en torno a la cintura un gran número de cencerros, curiosamente ataviados, se echarán a la calle para celebrar la fiesta del fuego, además en distintas calles se hacen las tradicionales candelas, donde los vecinos degustan los productos típicos del pueblo.
Fiesta del Carnavalillo
En Fuente la Lancha no se celebra el Carnaval propiamente dicho. Se traslada al Domingo de Piñata, y se le llama “El Carnavalillo”.
La noche del sábado se reúnen todos los vecinos en el baile de disfraces, y el domingo, igualmente disfrazados, recorren las calles de la localidad cantando canciones típicas de esta festividad, para terminar todos juntos en la plaza del pueblo.
Corpus Christi
Se celebra el domingo siguiente al jueves que corresponde. Los vecinos salen desde la plaza del pueblo en procesión por las calles de la localidad, donde el Párroco, acompañado de los niños que durante ese año han hecho su Primera Comunión, bajo palio, porta la custodia deteniéndose en las distintas mesas engalanadas, que los vecinos con mucho esmero previamente montan y adornan en las puertas de sus casas.
Las calles por las que discurre la procesión están cubiertas con juncia. Finaliza en la Parroquia de Santa Catalina para celebrar la Santa Misa.
Festividad de todos los Santos
Se celebra el día 1 de Noviembre. Esta fiesta tiene como singularidad en la localidad el que la noche anterior, los jóvenes que ese año alcanzan la condición de “quintos” (se denomina así a los hombres que ese año tenían la edad para cumplir el servicio militar), recorren las calles de la localidad cantando las canciones típicas de dicho acontecimiento.
Durante el recorrido los vecinos ofrecen productos típicos a estos jóvenes.
Al amanecer los quintos van por sus casas recogiendo un gallo de corral que los padres les ofrecen para posteriormente cocinarlo en la “comilona” (se denomina comilona a la jornada que la mayoría de los vecinos del pueblo pasan en el campo acompañados de amigos y familiares el día 1 de noviembre).
Es importante resaltar que en esta comilona no puede faltar el postre típico de la festividad: “las gachas con tostones”, elaboradas a base de agua, harina, azúcar y trocitos de pan frito.
La tradición de la Matanza
Uno de los meses más genuinamente celebrados en Fuente la Lancha es el de diciembre: llamado en esta localidad el mes de “las Matanzas”. No hace aún demasiados años, era muy común que familiares y vecinos se reunieran en una casa cualquiera para matar el cochino y, a la vez, pasar juntos una jornada de alegre faenar elaborando chorizos, salchichones y morcillas.
Si la matanza adquiría en aquel tiempo, dentro de este pueblo de Los Pedroches, un tinte sublimemente peculiar y festivo: las gentes trabajaban y se pringaban las manos, y hasta los brazos, en las artesas de madera y en las máquinas, preparando los suculentos embutidos, no obstante, a pesar de la ardua tarea de preparar la matanza, la jornada solía transcurrir jovial y amistosamente, entre risas y bromas, sin olvidar el trabajo, con algún trago de anís o vino, degustando algunas suculentas tapas de carne o chorizo, lo cual daba una salsa especial, un peculiar gracejo, a estas labores tan entrañables y familiares.
Últimamente, a causa de la progresiva proliferación de chacinerías y autoservicios -donde es posible adquirir toda clase de embutidos- “las Matanzas” han venido decreciendo en la comarca de Los Pedroches; y así en Fuente la Lancha, como en otros pueblos, muchas familias han ido olvidando este genuino y peculiarísimo ritual de la matanza del cerdo, que -como bien hemos dicho- en otro tiempo llegó a adquirir una verdadera condición festiva y folklórica, enraizada en este pueblo.
Por último, dentro de las tradiciones de este pueblo y también en el mes de Diciembre -el mes de “Las Matanzas” como dijimos anteriormente-, es costumbre que los quintos del año celebren el día 24 su fiesta particular. Esta consiste, fundamentalmente, en realizar un gran candelorio con las ramas de encinas de la dehesa que son regaladas por el Ayuntamiento, a la vez que arrancadas por todos los quintos del lugar.
La noche del día 24 de diciembre las gentes de Fuente la Lancha se acercan a visitar el inmenso candelorio, mientras los quintos cantan por las calles del pueblo y dan buena cuenta de su garrafón de vino. En los anaranjados rescoldos de la lumbre las gentes asan chorizos, y se canta disfrutando de la fiesta familiar y cálida.